Proteger a la niñez no es solo una cuestión de voluntad, es una responsabilidad compartida respaldada por la ley. En un país como Colombia, donde miles de las niñas y niños enfrentan pobreza, violencia, migración forzada o abandono, las normas existen para actuar cuando la vida, la salud o la dignidad de un menor están en riesgo.
¿Qué tan efectivas son esas leyes? ¿Y qué podemos hacer para que realmente se conviertan en herramientas que transformen miles de vidas?
En este artículo te explicamos cómo las leyes, bien aplicadas y defendidas desde la ciudadanía, pueden ser clave para lograr una niñez más protegida, respetada y visible.
Colombia tiene un marco legal robusto para proteger los derechos de la niñez. Desde la Constitución Política, que establece la protección prevalente de los niños, hasta leyes como:
Ley 1098 de 2006 (Código de niñez y Adolescencia): regula derechos, deberes y responsabilidades de niños, niñas y adolescentes.
Ley 1878 de 2018: fortalece el sistema de adopción y protección contra la violencia intrafamiliar.
Sin embargo, el desafío no es solo que existan las normas, sino que lleguen a donde más se necesitan, y que la ciudadanía esté informada para exigir su aplicación.
Para hablar de la niñez protegida, primero hay que mirar de frente las cifras:
Estos datos no son solo números. Detrás hay historias de niñas y niños que necesitan leyes vivas, no letras muertas.
Cuando hablamos de una infancia protegida, no solo nos referimos a evitar el maltrato. También implica:
Que cuente con adultos responsables que conozcan y apliquen las rutas de protección cuando algo no está bien.
Cuando los derechos de la niñez se vulneran —por omisión, negligencia o acción directa— el sistema legal activa diferentes mecanismos de protección:
Pero para que esto funcione, es clave que las comunidades estén informadas y actúen a tiempo.
La ley por sí sola no transforma realidades. Son las personas —padres, madres, docentes, líderes comunitarios— quienes pueden hacer que la ley cobre vida cuando:
Una comunidad que conoce y defiende los derechos de la niñez se convierte en un escudo activo ante cualquier forma de vulneración.
Muchas veces, la protección legal comienza con algo tan simple como una conversación. Enseñarles a niñas y niños que tienen derechos —y que esos derechos se respetan siempre— los hace más fuertes, más seguros y menos vulnerables.
En estudios realizados por organizaciones sociales, se ha demostrado que cuando los niños conocen sus derechos, es más probable que pidan ayuda ante abusos o negligencia (Fuente: Red Papaz, 2023).
También se ha evidenciado que la formación en derechos en contextos escolares reduce el acoso y mejora la convivencia (Fuente: Observatorio para la Niñez y la Adolescencia de Colombia, 2022).
Te invitamos a informarte, involucrarte y ser parte activa de la construcción de comunidades donde los derechos de la niñez no solo se conocen, sino que se respetan y se viven.
Habla del tema en tu familia.
Conoce las rutas legales de protección en tu municipio.
Acompaña iniciativas que promuevan entornos protectores.
Porque cuando todos actuamos, la ley sí puede ayudar a transforma miles de vidas.
Protección de la niñez en Colombia: leyes, desafíos y el rol crucial de las comunidades para garantizar derechos y transformar vidas.
Promover la empatía en la educación es clave para construir una sociedad más justa. Descubre cómo la empatía puede transformar vidas en Colombia.
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