World Vision junto a más organizaciones humanitarias y de carácter de niñez y juventud enfatiza la urgencia de respaldar las demandas de las niñas, los niños y los adolescentes en los acuerdos que surjan de la COP16.

Las niñas, los niños, adolescentes y jóvenes del mundo, se caracterizan por ser parte de la población más vulnerable a la pérdida de biodiversidad y el cambio climático; su bienestar, salud y oportunidades de desarrollo son fuertemente dependientes de la salud de la biósfera. Las contribuciones de la naturaleza en la vida de la niñez, adolescencia y juventud van más allá de los elementos materiales y los beneficios directos, e incluye las relaciones culturales, espirituales y simbólicas. Por esta razón, se debe atender con prioridad sus necesidades y fortalecer sus capacidades en el marco de la garantía efectiva de su derecho a nacer, crecer y desarrollarse en un Ambiente Sano.

Jóvenes de diversas comunidades del planeta se unieron para exigir que sus voces sean escuchadas y sus propuestas implementadas en la gestión de la biodiversidad, alineándose con las 23 Metas del Marco Global de Biodiversidad Kunming-Montreal. La diversidad de sus culturas, etnias y experiencias se expresa en el Manifiesto de la Niñez, Adolescencia y Juventud por la Biodiversidad que hace un llamado a la acción conjunta para ser parte del proceso en el marco de la Convención de la Biodiversidad Biológica.

En este contexto y a partir de las acciones desarrolladas, las organizaciones ambientales y protectoras de los derechos de la niñez, adolescencia y juventud hacemos un llamado a los negociadores de la Convención sobre Diversidad Biológica a escuchar e integrar las peticiones que realiza esta población. Las políticas y decisiones en materia de biodiversidad deben reconocer y abordar las barreras estructurales que enfrenta esta población, incluyendo las desigualdades intersecciones que limitan su participación.

La resiliencia de las niñas y los niños, adolescentes y jóvenes está en nuestra capacidad, como adultos hoy, de garantizarles un ambiente sano y saludable, una naturaleza que se recupere y restaure. Solo así podrán vivir en paz como poblaciones humanas y en paz con el resto de la naturaleza.

El Manifiesto de la Niñez, Adolescencia y Juventud por la Biodiversidad, desarrolla estos 8 puntos clave para las negociaciones y la acción:

1. Monitoreo e información sobre biodiversidad. Conforme a la Meta 18, los conocimientos y saberes de la biodiversidad deben ser accesibles a los niños, niñas y jóvenes, así como el avance en la implementación del cumplimiento de las metas del Marco Global. La acción por la biodiversidad se basa en decisiones informadas, por ello es fundamental garantizar el derecho a la información para niños, niñas, adolescentes y jóvenes, como base de su comprensión, apropiación e involucramiento en la acción.

Institucionalización de los espacios de diálogo. La Meta 22 establece la necesidad de integrar enfoques de participación equitativa en la implementación de políticas sobre biodiversidad. Exigimos el apoyo a espacios de diálogo permanente para la niñez, adolescencia y juventudes para garantizar su derecho a la participación ciudadana en la toma de decisiones.

3. Fortalecimiento de capacidades. La educación y capacitación con enfoque diferencial en niñas, niños, adolescentes, jóvenes y grupos marginados, desde la Meta 21, brindan herramientas para crear un vínculo positivo con la naturaleza. La educación contextualizada a los territorios y articulada desde diferentes áreas del conocimiento hace posible el desarrollo de acciones de cuidado de la vida y responsable en el uso de los recursos.

Hoja de ruta para la participación. La Observación No. 26 del Comité de los Derechos del Niño exige la necesidad de desarrollar una hoja de ruta para integrar y fortalecer la participación en la formulación de políticas de conservación de biodiversidad y acción climática.

5. Protección de defensores juveniles. Debe cuidarse la vida de las personas que elevan su voz para exigir el goce efectivo de los derechos y, en especial, el derecho a un ambiente sano. La vida en todas sus formas debe ser protegida.

6. Promoción del liderazgo de la niñez y juventud. Desde el respeto del conocimiento y la gobernanza tradicional y local, Meta 23, se deben crear espacios y mecanismos para la niñez, adolescencia y juventudes, con especial énfasis en las mujeres, para proponer, diseñar y liderar proyectos de conservación de la biodiversidad.

7. Diversidad e inclusión. Las identidades pluriétnicas, multiculturales y diversas de la niñez, adolescencia y juventudes, expresadas en sus experiencias y cosmovisiones, deben ser un pilar fundamental para la formulación de políticas y la toma decisiones equitativas sobre la biodiversidad.

Acceso a recursos e incentivos. Los países deben facilitar acceso a recursos e incentivos que dirigidos a la niñez, adolescencia y juventudes en áreas clave como agroecología, economía circular, biotecnología, bioeconomía, ecoturismo y empresas basadas en la protección de la biodiversidad.

FIRMAN:

Fondo Acción, Save the Children Colombia, Fundación Plan, Bethany Christian Services, RedPapaz, Pandi, CINDE, World Vision, Aldeas Infantiles SOS, Fundación Santo Domingo, Centro Imagina – Universidad de los Andes, Cumbre Nacional de Niñez, Adolescencia y Juventud - LCOY Colombia, Red Colombiana de Jóvenes por la Biodiversidad (GYBN Colombia).

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