Muchas veces se habla de cómo criar niñas y niños empáticos, exitosos, que obtengan las mejores calificaciones en la escuela. Lo cierto es que las madres y los padres buscan que sus hijas e hijos sean felices. ¿Qué es ser feliz? ¿Cómo sé si son felices? Estas son algunas preguntas que tratamos de responder en este blog.
Comencemos con la premisa de que, para ser felices, las niñas y los niños deben vivir en un ambiente seguro y protegido. Para asegurarlo, la Convención de los Derechos del Niño estipuló, en 1990, que hay 6 macro derechos fundamentales que deben ser respetados para todos las niñas, niños y adolescentes. Estos son:
- Derecho a la identidad y a la familia.
- Derecho a expresarse libremente y el acceso a la información.
- Derecho a la protección contra el abuso y la discriminación.
- Derecho a la educación.
- Derecho a la vida segura y sana.
- Derecho a la atención especial en caso de estar impedidos.
A continuación, repasaremos el escenario colombiano y cómo podemos crear espacios cariñosos de crianza donde ellos puedan crecer felices.
Efectos de la violencia en la niñez
El Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) ha entregado diversas cifras de cómo se ve el escenario de nuestro país:
En 2020, más de 5 mil niños y niñas fueron encontrados trabajando y mendigando las calles, más de 500 mil realizaron oficios de más de 15 horas semanales, más del 40% de niños y niñas han sido parte de algún tipo de violencia, entre el 21% y el 37% de niñas y niños respectivamente, han sufrido violencia física, 21,2% de las niñas y 9,5% de los niños han sido abusados psicológicamente por adultos, entre otras.
Según la Organización Mundial de la Salud, el maltrato infantil se define como:
“los abusos y la desatención de que son objeto los menores de 18 años, e incluye todos los tipos de maltrato físico o psicológico, abuso sexual, desatención, negligencia y explotación comercial o de otro tipo que causen o puedan causar un daño a la salud, desarrollo o dignidad del niño, o poner en peligro su supervivencia, en el contexto de una relación de responsabilidad, confianza o poder”.
Si bien existen casos de resiliencia y fortaleza, estudios a nivel cerebral revelan que el maltrato está relacionado a la capacidad de formar conexiones neuronales, afectando la habilidad para regular emociones y conductas, la toma de decisiones, la comprensión de las consecuencias de dichas opciones, entre otros.
Los esfuerzos colombianos
Teniendo todo esto en cuenta, en marzo de 2021 Colombia aprobó la ley que prohíbe explícitamente el castigo físico y los tratos humillantes de niñas, niños y adolescentes, sumándose a otros 57 países que ya cuentan con esta práctica.
World Vision Colombia también aporta a esta causa. Una de nuestras tareas es proteger a niñas y niños de todo tipo de violencia. Por ello, hemos elaborado diversas iniciativas que buscan promover este fin.
¿Cómo tener hijos felices?
La revista Time elaboró un listado de diez pasos para ayudar a nuestras hijas e hijos a crecer felices, basado en el libro de Christine Carter “10 Simple Steps for More Joyful Kids and Happier Parents”. Todo, avalado por la ciencia:
- Ser padres felices: la risa es contagiosa, la neurociencia asegura que los comportamientos como la risa, activan las neuronas espejo, que imitan dichas actitudes y hacen sentir a los demás, como si estuvieran riendo ellos mismos.
- Desarrollar la empatía: ponerse en los zapatos del otro con actitudes compasivas y empáticas, aumenta la autoestima, la compasión y, como consecuencia, la felicidad.
- Esfuerzo sobre perfección: para bajar conductas erráticas y abuso de sustancias, la autora recomienda premiar el esfuerzo. Así se enfocarán en el proceso de aprendizaje y superación y no en cómo se ven ante los demás o de cumplir con etiquetas como “eres inteligente” o “eres bueno para hacer deportes”.
- Ser optimistas: la autora Christine Carter asegura: “El optimismo está tan íntimamente relacionado con la felicidad, que ambos podrían considerarse equivalentes”. Así, tienen mejores resultados en la escuela, son más saludables y tienen relaciones más satisfactorias.
- Enseñar inteligencia emocional: las personas no nacen sabiendo entender y procesar sus emociones. En este divertido juego de mesa, te explicamos cómo hacerlo.
- La felicidad como un hábito: enseñar la perseverancia, apoyar ante el fracaso y seguir intentándolo, son algunas de las recomendaciones de la autora para lograr la felicidad en cada meta que se proponen.
- Disciplina y espera de la gratificación: si una niña o niño es capaz de esperar la gratificación –ya sea de un dulce o un triunfo académico –quiere decir que tendrán la capacidad de tolerar mejor la frustración y mayor sentido de la responsabilidad social cuando crezcan.
- Jugar, jugar, jugar: De acuerdo al libro, en las últimas dos décadas las y los niños han perdido ocho horas en promedio de juego libre y espontáneo. Esto los ayuda a desarrollar habilidades cognitivas y emocionales, a trabajar en equipo, resolver conflictos y otras habilidades para funcionar como personas felices en el futuro.
- Menos televisión, más contacto: estudios sociológicos pueden relacionar la felicidad con la ausencia de televisión. Si los niños están frente a una pantalla la mayor parte de su tiempo, no aprenden a regular la frustración cuando la gratificación no es inmediata, ni a empatizar con los pares, ni las demás cosas que sí aporta el juego y el contacto con otras personas.
- La comida es en familia: estudios demuestran que las niñas y niños que comen junto a sus familias, tienen menos probabilidades de desarrollar una adicción al alcohol o drogas, sufren menos de depresión y ansiedad o a desarrollar un desorden alimentario.
CONCLUSIÓN
El maltrato y la violencia –en todas sus formas –pueden tener consecuencias imborrables en la vida de niñas y niños. Por eso, el llamado es a implementar simples acciones en la vida cotidiana, que empoderen a los adultos del futuro para crecer respetuosos, plenos y felices.