En un movimiento que nunca antes habíamos visto, la cuarentena y el distanciamiento social se convirtieron, por mucho tiempo, en algo común que todo el mundo se enfocaba en prevenir y combatir.
La mayoría se vio obligada a quedarse en casa, pues era una de las mejores formas de detener la propagación del coronavirus. Sin embargo, esta 'solución' no solo repercutió en las finanzas de las personas, sino también en su bienestar.
Reconociendo el problema, la Organización Mundial de la Salud (OMS) publicó orientación sobre cómo las personas pueden mejorar el cuidado de la salud mental durante el brote.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) en Estados Unidos definen la cuarentena como la separación y restricción del movimiento de las personas.
Debido a que algunas enfermedades pueden ser contagiosas incluso si las personas aún no tienen síntomas, este paso minimiza la propagación de la enfermedad durante el período asintomático.
Si bien la cuarentena fue algo temporal, incluso breves períodos de aislamiento y soledad pueden tener consecuencias negativas tanto para el bienestar físico como mental.
El miedo y la ansiedad por una enfermedad pueden ser abrumadores y causar emociones fuertes en adultos y niños. Hacer frente al estrés te hará a ti, a las personas que te importan y a tu comunidad más fuerte.
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1. Temer y preocuparse por su propia salud y la salud de sus seres queridos.
2. Cambios en el sueño o patrones de alimentación.
3. Dificultad para dormir o concentrarse.
4. Empeoramiento de los problemas de salud crónicos.
5. Empeoramiento de las condiciones para el cuidado de la salud mental.
6. Mayor uso de alcohol, tabaco u otras drogas.
Todos reaccionan de manera diferente a situaciones estresantes.
La forma en que responda al brote puede depender de sus antecedentes, las cosas que lo hacen diferente de otras personas y la comunidad en la que vive.
Las personas que pueden responder más fuertemente al estrés de una crisis incluyen:
Personas de edad avanzada y personas con enfermedades crónicas que tienen un mayor riesgo de enfermedad grave por COVID-19.
Niños y adolescentes.
Personas que están ayudando con la respuesta a COVID-19, como médicos, otros proveedores de atención médica y socorristas.
Las personas que tienen problemas con el cuidado de la salud mental, incluidos problemas con el consumo de sustancias.
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Los niños y adolescentes reaccionan, en parte, a lo que ven de los adultos que los rodean.
Cuando los padres y cuidadores manejan el COVID-19 con calma y confianza, pueden brindar el mejor apoyo para sus hijos.
Los padres pueden ofrecer tranquilidad a los que los rodean, especialmente los niños, si están mejor preparados.
Esté atento a los cambios de comportamiento en su hijo. No todos los niños y adolescentes responden al estrés de la misma manera.
Algunos cambios comunes a tener en cuenta incluyen:
Llanto excesivo o irritación en niños más pequeños
Volviendo a los comportamientos que han superado (por ejemplo, accidentes de baño o enuresis)
Excesiva preocupación o tristeza
Hábitos alimenticios o de sueño poco saludables.
Irritabilidad y comportamientos de "actuación" en adolescentes
Bajo rendimiento escolar o evitar la escuela
Dificultad con atención y concentración
Evitar actividades disfrutadas en el pasado
Dolores de cabeza inexplicables o dolor corporal
Uso de alcohol, tabaco u otras drogas.
Hable con su hijo o adolescente sobre el brote de COVID-19.
Responda preguntas y comparta datos sobre COVID-19 de una manera que su hijo o adolescente pueda entender.
Asegúrele a su hijo o adolescente que están a salvo.
Hágales saber que está bien si se sienten molestos.
Comparta con ellos cómo lidia con su propio estrés para que puedan aprender cómo lidiar con usted.
Limite la exposición de su familia a la cobertura de noticias del evento, incluidas las redes sociales. Los niños pueden malinterpretar lo que escuchan y pueden asustarse por algo que no entienden.
Intenta mantenerte al día con las rutinas regulares. Si las escuelas están cerradas, cree un horario para actividades de aprendizaje y actividades relajantes o divertidas.
Se un ejemplo a seguir. Tome descansos, duerma lo suficiente, haga ejercicio y coma bien. Conéctese con sus amigos y familiares.